Etiqueta: Oración

  • Consagración a La Sagrada Familia

    Oración y Consagración

    Fuente: Devocionario.com

    ORACIÓN

    Sagrada Familia de Nazaret: enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros.

    Enséñanos la necesidad del trabajo de reparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto;enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén.

    CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA I

    Oh Jesús, Redentor nuestro amabilísimo, que habiendo venido a iluminar al mundo con la doctrina y con el ejemplo, habéis querido pasar la mayor parte de vuestra vida, humilde y sujeto a María y a José en la pobre casa de Nazaret, santificando a aquella Familia que había de ser el modelo de todas las familias cristianas; acoged benigno la nuestra, que ahora se dedica y consagra a Vos.

    Dignaos protegerla, guardarla y establecer en ella vuestro santo temor, con la paz y concordia de la caridad cristiana, para que imitando el ejemplo divino de vuestra Familia, pueda alcanzar toda entera, sin faltar uno solo, la eterna bienaventuranza.

    María, Madre de Jesús y Madre nuestra, con vuestra piadosa intercesión haced que sea aceptable a Jesús esta humilde ofrenda, y obtenednos su gracia y bendición.

    Oh san José, custodio santísimo de Jesús y de María, socorrednos con vuestras plegarias en todas las necesidades espirituales y temporales, a fin de que en unión con María y con Vos, podamos bendecir eternamente a nuestro divino Redentor Jesús. Así sea.

    CONSAGRACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA II

    Señor Jesucristo, quien con María y José consagraste la vida doméstica con Tus inefables virtudes, concede que nosotros, con la asistencia de los dos, podamos aprender con el ejemplo de La Sagrada Familia y podamos atender a su eterna fraternidad. Por quien vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  • Invitación Fiesta de enlaces Calendario Litúrgico – Adviento

    Una fiesta de enlaces es una experiencia enriquecedora. Al participar, aprendemos sobre temas interesantes, conocemos otros blogs y compartimos nuestras vivencias y experiencias.

    Es por esto que quiero invitarte a participar en esta iniciativa que está impulsando Familia católica, blog que busca dar a conocer formas divertidas y diferentes para compartir nuestra fe en familia.

    Puedes conocer los detalles, dando click al siguiente botón:

    Puedes participar con un artículo o con un comentario, o simplemente visitando los blogs que participen y claro, lo más importante, haciendo vida alguna de las recomendaciones y actividades que conocerás, gracias a esta actividad.

    Yo ya me había tardado un poco en escribir esta invitación, pero siempre estamos a tiempo de compartir buenas nuevas.

    Actualmente estamos en tiempo de Adviento, tiempo de preparación, meditación y espera para la Navidad. ¿Quieres conocer cómo lo viven otras familias? Visita el siguiente enlace, preparado por Familia Católica.

  • Rosario de los NO nacidos

    Me parece hermoso aportar desde este rinconcito, que es su casa, a la celebración del mes dedicado al Santo Rosario. Porque la fe debe materializarse en acciones, y que mejor acción que unirnos en oración para tratar de evitar que más niños mueran por ignorancia. Digo ignorancia, porque sus mamás seguro no saben bien que en su vientre hay vida y que Dios tiene un Plan perfecto y maravilloso para cada vida, indistintamente el contexto de su concepción. Yo no juzgo a quien lo hace, condeno la acción, que es un asesinato, aunque algunos lo quieran pintar de otro color.

    Con esta breve reflexión me uno a la Fiesta de Enlaces, que promueve Familia Católica, para celebrar el mes del Rosario, compartiendo una forma diferente y original de rezarlo, con la intensión especial de salvar vidas del aborto: El Rosario de los No Nacidos. Además los invito a visitar el blog Familia Católica, donde podrán encontrar cientos de ideas originales y divertidas para celebrar la fe en familia, todos los días!

    Fuente y para más detalles : http://www.amorsanto.com/

    Artículos relacionados:

    Novena a Nuestra Señora de la Dulce Espera

    Si a la Vida, No al Aborto

  • Nuestra Señora de la Leche y el Buen parto

    Fuente: http://www.corazones.org


    http://www.corazones.org/lugares/usa/san_agustin_fl/a_san_agustin.htm

    Oraciones

    Hermosa Señora de La leche, amadísima madre del Niño Jesús y Madre mía, escucha mi humilde oración. Tu corazón de madre sabe todos mis deseos, todas mis necesidades. Solo a ti, Inmaculada Virgen, tu hijo Divino ha dado a comprender los sentimientos que llenan mi alma.

    Tuyo fue el sacro privilegio de ser Madre del Salvador. Intercede ahora con Él, mi amadísima Madre, para que, de acuerdo con Su voluntad, pueda yo ser madre de otros hijos enviados por Nuestro Señor. Esto pido, O Señora de La Leche, en nombre de tu Hijo Divino, mi Señor y Redentor. Amén.

    O Señor Jesucristo, por la intercesión de Tu tierna Madre, Nuestra Señora de la Leche, quien te llevó cerca de su corazón durante esos largos meses antes de tu nacimiento, me entrego en tus manos. Líbrame te imploro, de preocupaciones inútiles y consumidoras.

    Acepta el sacrificio de mis males y dolores, los cuales yo uno con tus padecimientos en la cruz. Sobre todo, misericordioso y amadísimo Jesús, protege de todo mal a este hijo que tú me has dado, dotándolo de la salud y vigor que necesita cada niño. Inculca en mi corazón y en mis labios las palabras y las oraciones de tu Madre y la mía, Nuestra Hermosa Señora de La Leche. Todo esto pido en fin de que mi hijo y yo podamos vivir para alabar eternamente tu Santo Nombre. Amén.

    A ti, Hermosa Señora de La Leche, y a tu hijo Divino, dedico ahora esta criatura que nuestro Señor me ha dado. Pido que me obtengas las gracias físicas y espirituales que necesito, para cumplir mis deberes a cada momento.

    Inspírame con los sentimientos maternales que sentiste durante la época que pasaste al lado del Niño Jesús. Consigue que yo, imitándote a ti, O Señora de la Leche, alimente a mi hijo en perfecta salud. En todas las cosas, ayúdame a seguir el ejemplo, que tú, modelo perfecto de todas las madres, me has dado.

    Permite que mi familia refleje las virtudes de tu Sagrada Familia en Nazaret. Por último, encomiendo a tu cariñoso cargo todas las madres de la tierra, en cuyas manos Él ha confiado las almas de Sus pequeños. Amén.

    Historia

    En Madrid, una estatua de la Virgen de Nuestra Señora de la Leche que había sido rescatada de manos sacrílegas, fue expuesta en el hogar de un matrimonio piadoso. Cuando parecía que seguramente morirían tanto la madre como el hijo innato, Nuestra Señora de La Leche oyó los ruegos apremiantes del esposo, y le concedió a ella un parto feliz. Juntos, los esposos propagaron a otras familias la noticia del poder que tenía la Santísima Virgen ante Nuestro Señor. Sabedor de la intercesión de Nuestra Señora Virgen de La Leche, el Rey Felipe III de España edificó personalmente un santuario en honor de la maternidad de ella. Poco después, esta devoción se hizo una de las más famosas por toda España.

    Hacia el 1620 los colonos Españoles, como señal de su amor a la Madre lactante de Jesucristo, establecieron el primer santuario dedicado a la Santísima Virgen María en lo que hoy es Estados Unidos. Lo establecieron en el mismo sitio donde se había celebrado la primera misa años antes, es decir, en la Misión Nombre de Dios, en San Agustín, Florida. La capilla rústica y varias otras, edificadas después fueron destruidas por la artillería en los primeros días de la colonia, y después por los huracanes. La actual capilla fue construida en 1915, y en ella está expuesta la réplica de la estatua rústica.

    Miles de Madres acuden todos los años al santuario de Nuestra Señora de La Leche en el antiguo San Agustín para pedir la bendición de la maternidad, rogando la intercesión de Nuestra Señora de la Leche, a fin de que Dios les conceda un buen parto, como asimismo hijos contentos y piadosos. Varios miles escriben anualmente al Padre director pidiendo que los recuerden en sus misas y oraciones. Muchos miles de cartas atestiguando el amor de Nuestra Señora a sus hijos devotos y fieles.


  • Orando a San Ramón Nonato

    Fuente: devocionario.com


    http://www.devocionario.com/santos/nonato_1.html

    Oración para pedir protección

    ¡Oh! Glorioso San Ramón, a cuyo poder sometió Dios la tierra y los elementos, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, hallando en vuestra poderosa intercesión, abogado las doncellas, sucesión las casadas, defensa los que se ven calumniados, cosecha los labradores, puerto los náufragos, redención los cautivos, vista los ciegos y fin todos los males; por aquel vuestro ardiente deseo de recibir el Santísimo Sacramento, que obligó a Jesucristo a daros de sus benditas manos la sagrada Comunión, os suplico intercedáis por mí para que merezca frecuentar este celestial convite, y recibirle por Viático al fin de mi vida, y sobre todo que pueda obtener la gracia especial que os pido y la eterna felicidad de la gloria. Amén.

    Oración para un feliz parto

    Oh excelso patrono, San Ramón, modelo de caridad para con los pobres y necesitados, aquí me tenéis postrado humildemente ante vuestros pies para implorar vuestro auxilio en mis necesidades. Así como era vuestra mayor dicha ayudar a los pobres y necesitados en la tierra, socorredme, os suplico, oh glorioso San Ramón, en esta mi aflicción. A vos, oh glorioso protector acudo para que bendigáis al hijo que llevo en mi seno. Protegedme a mí y al hijo de mis entrañas ahora y durante el parto que se aproxima. Os prometo educarlo según las leyes y mandamientos de Dios. Escuchad mis oraciones, amante protector mío, San Ramón, y hacedme madre feliz de este hijo que espero dar a luz por medio de vuestra poderosa intercesión. Así sea.

    Novenario especial para embarazadas

    Se hace una vez al mes, empezando desde el mes en que conocen que están embarazadas. El último mes harán el novenario de nueve días.

    Oh San Ramón Nonato prodigioso. A Vos vengo movida de la grande benignidad con que tratáis a vuestros devotos. Aceptad, Santo mío, estas oraciones que de muy buena gana te ofrezco, en memoria de tus oraciones tan meritorias, que alcanzaron de Dios el que os haya constituido especial patrón de las embarazadas. Aquí está, Santo mío, una de ellas que se pone humilde debajo de vuestra protección y amparo, suplicándoos que así como se conservó siempre invicta vuestra paciencia en todos aquellos ocho meses en que fuiste tan singularmente martirizado con el candado y otras penas que pasasteis dentro de la tenebrosa mazmorra y en el mes noveno salisteis libre de todas aquellas prisiones, así Santo y abogado mío, os pido humildemente me alcancéis de mi Dios y Señor el que la criatura que está encerrada en mis entrañas se conserve en vida y salud por espacio de los ocho meses, en el noveno salga libre a la luz de este mundo, haciendo Vos, Santo mío, que así como el día que salió vuestra alma de vuestro cuerpo fue un día Domingo, que es día de gozo y regocijo, así el día de mi parto sea de todo contento y gozo, con todas aquellas circunstancias que Vos sabéis que más convienen a mayor gloria de Dios y vuestra y salvación de mi alma y la de mi hijo. Amén.

    DÍA PRIMERO 

    Dios y Señor mío, yo os doy infinitas gracias por todos los favores que hicisteis al glorioso San Ramón No-nacido; por cuyos méritos os suplico humildemente, que así como fuisteis tan liberal con el glorioso santo cardenal, lo seáis en esta ocasión conmigo, concediéndome el despacho de la petición que solicito en esta novena, para más serviros y amaros. Amén.Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA SEGUNDO 

    Dulcísimo Jesús mío, mi Redentor, y Señor, yo os doy inmortales gracias por todas las mercedes que vuestra infinita benignidad concedió al glorioso Padre San Ramón No-nacido. Tantas maravillas obró vuestra Majestad en vuestro siervo San Ramón, que me dan motivo para valerme de su intercesión, para que Vos, Dios mío, por sus ruegos y merecimientos cumpláis esta mi petición, a mayor honra y gloria vuestra; espero en Vos, Jesús de mi alma, que pues a los que se han valido de tan grande Santo habéis socorrido en sus necesidades, me socorráis también las mías. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA TERCERO 

    ¡Oh, Reina Purísima de la Merced, Madre de los necesitados y afligidos! A Vos vengo como hijo indigno que soy de tan grande Madre, para rendiros mil veces las debidas gracias, de tantos y tan grandes favores con que favorecisteis a vuestro siervo San Ramón No-nacido, de cuya intercesión me valgo en la presente ocasión para obtener el favor que pido en esta Novena. Confío que vos, soberana Reina, así como no le negasteis cosa al glorioso Santo de cuanto os pidió en la tierra, no le negareis ahora vuestra intercesión para con vuestro Santísimo hijo Jesús, a fin de que me conceda la gracia que deseo, para gloria vuestra, de vuestro Unigénito Hijo y bien de mi alma. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA CUARTO 

    Dios y Señor mío, yo os ofrezco los méritos de la santa obediencia de vuestro grande siervo el glorioso Cardenal San Ramón No-nacido, y os suplico que por ellos me concedáis una perfecta y total obediencia, con la cual obedezca yo en todo y por todo a vuestras divinas inspiraciones, a los preceptos de la Santa Iglesia, y en particular os ruego que, por los mismos merecimientos me despachéis la petición que por mano del glorioso Santo os ofrezco. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA QUINTO 

    Señor y Dios mío, yo indigno hijo vuestro, me postro delante de vuestra presencia, y os presento aquella santa y suma pobreza con que vivió el glorioso San Ramón No-nacido, suplicándoos de todo mi corazón, que por los merecimientos que adquirió vuestro Santo con el ejercicio de tan grande virtud, queráis purificar este mi corazón, comunicándome una verdadera pobreza y desnudez de espíritu, con la cual esté mi alma totalmente despegada de todo lo transitorio, y unida con el amor Divino. Y en particular os ruego, os dignéis favorecerme con la gracia que pido, a mayor honra y gloria vuestra. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA SEXTO 

    Dios y Señor mío, pues que os habéis mostrado tan amante de la pureza, queriendo que el eterno Verbo tomase carne de una purísima Virgen desposada, yo os presento, Señor, la angélica pureza de vuestro castísimo siervo San Ramón No-nacido. Y por los méritos que correspondieron a la virginidad de tan gran Santo, os suplico queráis quitar todas las manchas de mi alma, para que así sea digna de unirse con Jesucristo, y quede dispuesta para recibir el favor que pido en esta Novena. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA SÉPTIMO 

    Dios y Señor mío, Vos sólo sabéis aquel ardor soberano, con que siempre os estuvo amando, y deseando amaros más y más vuestro gran siervo y amigo San Ramón No-nacido, ansioso siempre de que todos los humanos corazones se abrasasen en divinos amores. Yo, confiado en vuestra misericordia infinita, os suplico humildemente, que por aquel corazón del Serafín San Ramón, os dignéis de abrasar el mío con llamas de vuestro amor y favorecerme con el despacho de la merced que os pido, por los merecimientos de la ardiente caridad de este gran Santo, mi abogado. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA OCTAVO 

    Dios y Señor mío, con toda la humildad en mí posible, vengo a pediros un favor, valiéndome de los grandes merecimientos que tuvo San Ramón No-nacido: por el ejercicio heroico de su humildad profunda, alcanzaba de Vos lo que os suplicaba; la misma humildad de vuestro Santo os ofrezco, para que por ella me hagáis de tal manera humilde, que por vuestro amor deje mi propia estimación. Asimismo os ruego os dignáis concederme, para gloria vuestra y salvación mía, la merced que os pido. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    DÍA NOVENO 

    Eterno y Omnipotente Dios y Señor mío, hoy es el último día de esta mi Novena, y si hasta ahora no he sabido disponerme para alcanzar el favor que deseo, os suplico me deis luz para debidamente disponer mi alma; y para que lo hagas te presento los martirios, trabajos, aflicciones, azotes y demás penas que tuvo el glorioso San Ramón No-nacido. Así, por tan grandes méritos que alcanzó por estas penas, concededme, Señor, un deseo fervoroso de padecer por Vos, y un cumplimiento a mi petición que todos estos nueve días ha pedido y pido, para honra vuestra y de mi glorioso Santo. Amén. Concluir con la oración final para todos los días.

    ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

    ¡Oh Gloriosísimo San Ramón No-nacido! De todo corazón me gozo de que la majestad soberana de nuestro Dios y Señor os haya hecho tan grande Santo, adornándoos con tantas prerrogativas y mercedes; de todas las cuales doy a la Santísima Trinidad infinitas e inmortales gracias, y a Vos, Santo mío, mil parabienes.

    Por esos admirables favores, y por la sangre que vertieron vuestros santos labios con el penoso martirio del candado, os suplico humildemente intercedáis ante la Divina Majestad por el aumento de la Santa Fe católica, la extirpación de las herejías, la quietud y sosiego de los reinos cristianos, la conversión de los infieles, y libertad de los pobres cautivos cristianos. También, Santo mío, os pido seáis mi intercesor, para que así como perseverasteis muchas horas vivo dentro del cuerpo de vuestra madre difunta, así esta mi pobre alma persevere viva en la vida de la gracia, dentro de la cárcel de este corruptible cuerpo, y salga de él a su tiempo en paz, para alabar a Dios en compañía de los Ángeles y Santos, por toda la eternidad; y para que mejor lo pueda conseguir, os suplico me alcancéis el favor que ahora os voy a pedir:

    (Hágase aquí la petición)

    Así confío lo haréis, amantísimo Padre mío, pues de Vos se dice alcanzáis de Dios todo cuanto vuestros devotos os piden, estando ellos afligidos; pero si acaso ha de ser para mayor gloria de Dios, y bien de mi alma el que se dilate, o no consiga la gracia que deseo, alcanzadme, Santo mío, perfecta resignación en la voluntad de mi Dios y Señor, para que así quede mi alma en paz, mientras el Señor me conserve la vida, y después, por medio de una dichosa muerte llegue a gozar las delicias de la eterna Patria. Amén.

    ANTÍFONA. Oh, Bienaventurado Ramón, que con todo su corazón amó a Cristo, y para ejemplo de su caridad no dudó en quedarse cautivo por librar a los cautivos. Oh dichosa vida, que aunque no la quitó la espada de los perseguidores, no por eso perdió el mérito del martirio.

    V. Mi corazón y mi carne,
    R. Se alegran por el Dios vivo.

    ORACIÓN. Oh Dios, que hiciste admirable a San Ramón No-nacido, tu confesor, en librar a tus fieles del cautiverio de los impíos: concédenos por su intercesión, que nos libres de las cadenas de los pecados, practiquemos con libre voluntad las cosas que te son agradables. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén

  • Estimulación Temprana para el alma (tercera parte)

    Hemos de ser conscientes que el mejor maestro y modelo para nuestros hijos somos nosotros mismos. Nuestras palabras serán escuchadas pero el ejemplo que podamos darles es lo que realmente marcará su vida.

    Los primeros en rezar deben ser los padres, al celebrar, al compartir los alimentos, al salir de viaje, en todo momento, enfatizando orar por personas o situaciones concretas. También debemos estar conscientes, que nuestra práctica de fe no debe limitarse a rezar o repetir oraciones, sino, a fomentar un verdadero y cada vez más profundo trato con Dios. Esto debe comenzar cuando el niño entienda el concepto de padre, ya que podrá asociar las cualidades positivas de su padre terrenal con un padre celestial. De igual forma para el acercamiento y conocimiento de María como madre del cielo.

    La prueba de esta fuerte incidencia de los padres se puede encontrar al profundizar en la vida de los santos. Tal es el caso de Juan Pablo II, quien decía: “Mi padre era admirable. Los violentos golpes que tuvo que soportar abrieron en él  una profunda espiritualidad, y su dolor se hacía oración. El mero hecho de verle rezando de rodillas tuvo una influencia decisiva en los años de mi juventud”.

    Recordemos que el 90% de la vocación de una persona es por influencia de sus padres. Al hablar de vocación, no nos referimos exclusivamente a la vida religiosa, sino a dar respuesta a “esa” llamada que todos tenemos, esa que da sentido a nuestra vida y nos hace felices. Es el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos.

  • Estimulación Temprana para el alma (segunda parte)

    Aunque nuestros hijos estén pequeños esto no impide que desde ya los familiaricemos con algunas experiencias para que, cuando las entiendan, tengan pleno sentido para ellos. A continuación describo algunas actividades prácticas que podemos realizar, incluso desde la gestación.

    • Durante el embarazo, podemos orar en voz alta o compartir con nuestro bebé música religiosa, incluso cantada por nosotros mismos.
    • También podemos leerle textos de la biblia o relacionados con Dios. Lo bueno es que esta buena costumbre de leerle puede seguir siendo parte de nuestra rutina para dormir, cuando ya haya nacido.
    • Al preparar la habitación de nuestro bebé recordemos colocar una imagen de María y un crucifijo. Hay quienes prefieren colocar un cuadro de la virgen o un Rosario al pie de la cuna. Las imágenes relacionadas con el Ángel de la guarda también son comunes. Las imágenes y símbolos serán referentes con los que nuestro hijo irá creciendo y le serán familiares desde pequeño.
    • Nuestro bebé deberá adquirir buenos hábitos de sueño, especialmente cuando se esté preparando para dormir en su propio cuarto (cerca de los 3 meses). Para esto, entre otras cosas, los expertos aconsejan crear una rutina para ir a la cama, que puede incluir música, luz tenue, lectura de un cuento. Podemos aprovechar esta etapa para incluir una breve oración, como parte de sus actividades previas al sueño.
    • Cuando nuestro bebé ya pueda relacionar los nombres con los objetos o personas (cerca de los 9 meses de edad) es momento para que comencemos a mencionar a Jesús y a María, haciendo alusión a cuadros o imágenes que tengamos en casa.
    • Es en este mismo momento de su desarrollo donde comenzamos a enseñarle colores y figuras, por medio de libros. Una biblia ilustrada, puede ser utilizada, especialmente si es justo para niños, dando énfasis a los personajes, Jesús y María.
    • Al llegar al año de edad, nuestro hijo ya estará preparado para comenzar a dar sentido a las oraciones que ha escuchado desde el vientre e incluirlas en su vida cotidiana. Momentos como la Navidad, Semana Santa y las visitas al Sagrario pueden ayudarnos, ya que los símbolos e imágenes están más presentes (el nacimiento, las imágenes de Jesús crucificado), facilitando la explicación de conceptos abstractos, volviéndolos concretos. En esta etapa la imitación y repetición es la forma de aprendizaje de los niños, aspecto que podemos explotar.
    • Entre los 7 y 11 años, ya se están preparando o están prontos a prepararse para su primera comunión, por lo que su idea de Dios y su relación con él puede y debe ser más profunda.
    • Los libros de oraciones o devocionarios pueden ser una gran ayuda para que ellos puedan realizar su propio momento de oración. Tener un altar sencillo o un lugar específico para relazarla puede ser otro recurso útil. Este puede estar incluso en su cuarto.
  • Estimulación Temprana para el alma (primera parte)

    Aprendiendo a orar

    Existen muchos libros e información sobre Estimulación temprana, incluso para cuando nuestros hijos aún están dentro del vientre materno (Estimulación temprana intrauterina), pero es poca o nula la información sobre cómo podemos enseñar a nuestros hijos desde temprano sobre la fe y su relación con Dios.

    ¿A qué edad debo comenzar a hablar a mi hijo sobre Dios? ¿Cómo hacerlo?, ¿A qué edad puedo comenzar a enseñarle a orar?

    Estas interrogantes deben aparecer en el seno de una familia cuyo centro sea Dios. Es bueno que nos interesemos porque nuestros hijos tengan un buen desarrollo físico, intelectual y emocional, pero también espiritual. Debemos estar claros que lo religioso no es algo añadido, sino un elemento que empapa todas las demás áreas de la vida y los momentos familiares comunes.

    ¿Cómo podemos esperar que nuestro hijo de 7 años respete y viva la eucaristía, si no le hemos enseñado qué es y cuál es su importancia?

    La relación de nuestros hijos con Dios debe ir más allá de repetir las oraciones populares y de persignarse, claro, adaptado a cada etapa de su desarrollo y de su edad.

    Según la psicología, existen Períodos Sensitivos, es decir, etapas del desarrollo de la persona que solo pasan una vez en la vida y que desaparecen en la edad adulta. Son los lapsos de tiempo donde, por naturaleza, el niño y adolescente está predispuesto a aprender ciertas virtudes y crear hábitos.

    El primer período va de 0 a los 3 años de edad, en donde se deben cultivar las virtudes del orden, la sinceridad y la obediencia. Es también durante este primera etapa, específicamente al cumplir el primer año de vida, en el niño está listo para aprender el amor a Dios y las prácticas de piedad.

    Imagen tomada de la Web

  • Novena a Nuestra Señora de la Dulce Espera

    Oración para quienes desean o esperan un hijo

    Fuente: Catholic.net

    http://www.es.catholic.net/aprendeaorar/688/2097/articulo.php?id=23410

    Para realizar los nueve días

    1.Señal de la cruz

    En el nombre de Padre, del hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

    2.Para arrepentirse de los pecados.

    Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
    Por tu gran compasión, borra mis faltas !
    Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
    Y renueva la firmeza de mi espíritu.
    No me arrojes lejos de tu presencia,
    Ni retires de mí tu Santo Espíritu.

    Nuestra Señora de la Dulce Espera,
    Ruega por nosotros y por nuestros hijos

    3.Seguir la reflexión propia de cada día.

    Día Primero
    El Señor nos regala la vida

    El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «Alégrate! Llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras ella quedó desconcertada y se preguntaba que podía significar ese saludo. Pero el Angel le dijo: «No temas María porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús»… Dijo María: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra»(Lc 1, 28-31 y 38)

    Reflexión

    María pronunció estas palabras por medio de la fe. Y así, a través de María, la Vida vino a nosotros . Ella, plenamente mujer, se confió a Dios sin reservas, se mostró completamente dispuesta a la acción del Espíritu Santo y en esta respuesta se entregó a cooperar con la Gracia de Dios

    Oración

    Al comenzar este primer día de la novena, te expresamos Madre, nuestro amor. Venimos con confianza a pedirte por nuestras necesidades, haz que te imitemos en tu Sí a Dios.
    Comprende nuestro pedido, atiéndelo.

    A cada intención respondemos :

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por todos los padres y madres que esperan un hijo.
    Por la intención con que rezamos esta novena: Ave María

    Día segundo
    El Señor nos invita a ponernos al servicio de la vida

    En aquellos días María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel llena del Espíritu Santo, exclamó : «Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre»! Feliz de ti por haber creído que se cumplirá todo lo que te fue anunciado de parte del Señor. (Lc. 1, 39-45)

    Reflexión

    Las palabras de Isabel «Feliz de ti por haber creído» se aplican no sólo a aquel momento concreto de la anunciación, sino a toda la vida de María. En su peregrinar hacia Dios, María recorrió un camino de fe a lo largo de toda su vida. Y lo hizo de modo heroico. En su «obediencia de fe» ella se abandonó a Dios y «esperando contra toda esperanza, creyó» cada día, en medio de todas las pruebas y contrariedades.

    Oración

    María, madre de Jesús y madre nuestra, intercede ante tu Hijo y enséñanos a amar y servir a los demás. Que siguiendo tu ejemplo de disponibilidad, sepamos aceptar la vida como el don gratuito que Dios nos ha dado; y que podamos proteger, nutrir, y acoger a aquel niño que recibamos como hijo. Que podamos recorrer con fe y esperanza los caminos que nos llevan a cumplir la voluntad del Padre.

    A cada intención respondemos:

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por los que desean recibir la gracia de un hijo.
    Por la intencion con que rezamos esta novena.

    Rezamos

    Bendita seas María, Virgen y Madre,
    El Señor te llenó de gracia y alegría
    En la dulce Espera de Jesús.
    Te rogamos por los esposos
    Que desean el Don de un hijo,
    Ayúdalos en esta esperanza
    A apoyarse mutuamente en el camino de la vida.

    Día Tercero
    Dios hace maravillas con nuestra vida

    María dijo entonces:
    Mi alma canta la grandeza del Señor,
    Y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador,
    Porque El miró con bondad la pequeñez de su servidora.
    En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,
    Porque el todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas :
    Su nombre es Santo!! (Lc 1, 46-50)

    Reflexión

    Cuando Isabel saludó a la joven pariente que llegaba de Nazaret, María respondió con el Magnificat. Es la alabanza de todo su ser hacia Dios, expresada de forma poética, pero sencilla. Sus palabras están inspiradas en muchos textos sagrados del pueblo de Israel y reflejan el gozo de su espíritu, la felicidad que le provoca ser consciente de que en ella se realiza la promesa hecha «en favor de Abraham y su descendencia por siempre».

    Oración

    María, madre de Jesús, enséñanos a rezar con fe, con apertura de corazón y sencillez. No sólo por nuestras necesidades sino también por las de todos aquellos que sufren y necesitan de nosotros y de nuestra palabra de esperanza. Que de nuestra boca, como de la tuya, broten palabras de alabanza hacia el Creador y Dador de vida.
    Dios Padre Nuestro, rico en amor y misericordia, que este tiempo de espera se transforme en una oportunidad de crecer en nuestra fe y nuestra entrega a los demás. Que podamos encontrar momentos de alegría y felicidad y los compartamos con quienes nos rodean.

    A cada intención respondemos:

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por todos los bebés que crecen y se preparan para nacer
    Por la intención con que rezamos esta novena.

    Padre Nuestro…

    Día Cuarto
    «…Y llegó el momento de ser madre»

    Mientras se encontraban en Belén le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. Lc 2, 6 – 7

    Reflexión

    María da su consentimiento a la elección de Dios, para ser la madre de su Hijo por obra del Espíritu Santo Y toda su existencia está marcada por la certeza de que Dios está a su lado y la acompaña con su providencia benévola.
    Nuestra Señora de la Dulce Espera, ayúdanos a ser sencillos y pobres de corazón para alimentarnos de tu amor y crecer en fe y esperanza. Sabiendo que todo lo debemos esperar de tu Hijo, nuestro Salvador.
    Ayúdanos que a semejanza tuya vivamos con la certeza, de que Dios está a nuestro lado y nos acompaña con su divina providencia.

    A cada intención respondemos : Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por el momento del parto y del nacimiento.
    Por las intenciones particulares con que rezamos esta novena.

    Oración a la Virgen de la Dulce Espera

    Virgen María, Madre de Dios,
    que cobijaste en tu seno al Salvador,
    te pedimos que nos protejas en este momento,
    en que confiadamente esperamos un hijo, para que podamos aceptarlo con amor;
    educarlo de modo que «crezca en sabiduría,
    estatura y gracia» ante los ojos de Dios;
    y conducirlo con nuestro ejemplo a la casa del Padre.
    Amen.

    Día Quinto
    Nuestro hijo, plan de amor de Dios Padre

    Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a las fiestas según la costumbre, y cuando estas terminaron se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.Al tercer día lo encontraron, en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas : todos los que oían quedaban desconcertados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo quedaron extrañados, y le dijo su madre : Hijo ¿Por qué te has portado así con nosotros? Mira con que angustia te buscábamos tu padre y yo!! El les contestó: – ¿Por qué me buscaban ? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? Ellos no entendieron lo que les decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Lc 2, 41 y 46 – 50

    Reflexión

    Durante los años de su vida oculta en Nazaret, Jesús «vivía sujeto a ellos» (Lc. 2,51): sujeto a María pero también sujeto a José, porque este hacía las veces de padre ante los hombres; de ahí que el hijo de María era considerado también por la gente como «el hijo del carpintero» (Mt. 13,55).
    Cuando el evangelista nos dice que «Ellos (José y María) no entendieron lo que les decía» pone de relieve que aún su madre vivía en la intimidad con el misterio de Jesús, hijo de Dios, sólo por medio de la fe. «Feliz la que ha creído».

    Oración

    Jesús, concédenos comprender, con la ayuda de tu gracia, aquellas cosas y situaciones que se nos van presentando en la vida.
    María, madre de los vivientes, que acogiste la Vida en nombre de todos y para el bien de todos, guíanos en el camino, protege a nuestros hijos y familias. Enséñanos a estar en las cosas del Padre.

    A cada intención respondemos
    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por nuestros hijos.
    Por nuestras familias.
    Por las intenciones particulares con que rezamos esta novena.

    Padre nuestro

    Día sexto
    María, nuestra madre, está atenta a nuestras necesidades

    Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Y Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y, como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo : «No tienen vino». Jesús le respondió : Mujer ¿Qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía. Pero su madre dijo a los sirvientes : «Hagan lo que El les diga.» (Jn 2, 1-5)

    Reflexión

    María manifiesta una maternidad nueva, según el espíritu, cuando va al encuentro de las necesidades del hombre. En Caná de Galilea se muestra solo un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente pequeño y de poca importancia («no tienen vino»). Pero esto tiene un valor simbólico. María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. En su papel de madre, se pone «en medio», se hace mediadora. Ella intercede por los hombres y se pone como portavoz de la voluntad de su Hijo: «Hagan lo que él les diga».

    Oración

    María, madre del amor hermoso, intercede para que Jesús atienda nuestras necesidades. Enséñanos a hacer todo lo que Él nos dice y a pedir en la oración el conocimiento que todavía nos falta para tener el gusto profundo de las cosas de Dios. Que sepamos ver las necesidades de los que nos rodean y podamos brindarnos generosamente, ayudando a quienes, en este momento fundamental, de sus vidas se encuentran solas y desamparadas.

    A cada intención respondemos:

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por las madres que están solas.
    Por los padres que no tienen trabajo.
    Por la intención particular con que rezamos esta Novena.

    Ave María

    Día Séptimo
    Tu hijo también tiene una misión

    Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera trataban de hablar con Él. Alguien le dijo : «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte» Jesús les respondió «¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Y señalando con la mano a sus discípulos agregó «Estos son mi madre y mis hermanos, porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre». (Mt 12, 46-50)

    Reflexión

    María es la primera entre «aquellos que escuchan la palabra de Dios y la cumplen» Y por eso, aquella bendición pronunciada por Jesús se refiere en primer lugar a ella. María se convierte, en cierto sentido, en la primera «discípula» de su Hijo y por medio de su fe descubre otro sentido de su maternidad: una nueva maternidad según el espíritu y no únicamente según la carne.

    Oración

    Madre nuestra, Señora de la Dulce Espera, nos enseñas que más importante que el vínculo carnal es la relación que nace y se forma por cumplir con lo que Dios nos pide. El amor se construye día a día, así queremos servir al Señor y aceptar su voluntad. Que podamos testimoniar el significado del amor auténtico diciendo cada día que sí. Acuérdate de las familias que han abierto su corazón a la adopción, ayúdalos en la alegría de su generosidad a que puedan gustar los hermosos nombres de padre y madre. Que teniéndote a vos como modelo incomparable de acogida y cuidado de la vida puedan dar gracias cada día, por esa vida que se les entrega.

    A cada intención respondemos

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por los que desean adoptar
    Por la intención particular con que rezamos esta Novena.

    Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

    Día Octavo: Amar a Dios por sobre todas las cosas

    Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y dijo : «Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron» Jesús le respondió : «Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.» (Lc 11, 27-28)

    Reflexión

    Esta frase constituía una alabanza para María como madre de Jesús según la carne. A través de aquellas palabras ha pasado rápidamente por la mente de la muchedumbre, al menos por un instante, el evangelio de la infancia de Jesús. Es el evangelio en que María está presente como la madre que concibe a Jesús en su seno, lo da a luz y lo amamanta maternalmente: la madre-nodriza a la que se refiere aquella mujer del pueblo. Gracias a esta maternidad, Jesús es un verdadero hijo del hombre. Jesús con su respuesta quiere quitar la atención de la maternidad entendida sólo como vínculo de carne, para orientarla hacia aquel misterioso vínculo del espíritu, que se forma en la escucha y la observancia de la palabra de Dios.

    Oración

    María, muchachita de Nazaret, vos que viviste las dimensiones de lo humano y de lo femenino de manera perfecta, intercede por nosotros, para que seamos atentos escuchas de la Palabra de Dios. Aleja de nosotros todo lo que nos impida practicar lo que Jesús nos enseñó. Pon en nuestra boca, tus palabras, tus intenciones y todo lo que pueda abrir nuestro corazón al bien y al amor.

    A cada intención respondemos:

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por que las mujeres puedan amamantar a sus hijos, dándoles su leche y amor.
    Por que todos los padres puedan ayudar a crecer a los hijos.
    Por la intencion con que rezamos esta novena.

    Rezamos:

    Oh, María, aurora del mundo nuevo
    a Ti confiamos la causa de la vida
    Haz que quienes creen en tu Hijo
    sepan anunciar con firmeza y amor
    a los hombres de nuestro tiempo
    el Evangelio de la Vida.
    Alcánzales la gracia de acogerlo
    como don siempre nuevo
    La alegría de celebrarlo con gratitud
    durante toda su existencia
    y la valentía de testimoniarlo
    con confianza.

    Día Noveno
    Jesús nos da a María como madre

    Al ver a la Madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo : «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». (Jn 19, 25-27)

    Reflexión

    La maternidad de María, que se convierte en herencia del hombre, es un don: un don que Cristo mismo hace personalmente a cada hombre. A los pies de la cruz comienza aquella especial entrega del hombre a la madre de Cristo. La entrega es la respuesta al amor de una persona y, en concreto, al amor de la madre. Por eso, a través de los siglos, de entre los diversos pueblos y naciones de la tierra, el hombre se dirige a María, con veneración y confianza, como quien se dirige a su madre, y busca en su fe el sostén para la propia fe.

    Oración

    María Santísima, Madre de Jesús y Madre nuestra, sabemos que nos acompañas en el camino de la vida intercediendo por nosotros y por nuestras necesidades, danos un corazón fuerte y generoso. Gracias porque cada uno de nosotros somos participes de la vida de Dios.
    Te pedimos que nos enseñes a respetar, proteger y defender la vida, especialmente la más débil e inocente.
    Inspira y protege especialmente a aquellos hombres y mujeres que condicionados por el medio y las circunstancias que los rodean, no llegan a ver que la vida es siempre un bien. Que ellos sepan que «Ninguna cosa es imposible para Dios» (Lc. 1,30 37) y se entreguen con confianza a su providencia benévola.
    Bendícenos y guíanos en este camino para poder florecer en virtud y santidad. Confiamos en tu intercesión y esperamos con fe que Jesús nos conceda lo que pedimos.

    A cada intención respondemos:

    Por María, nuestra madre, te lo pedimos Señor Por los bebés no deseados, sus madres y padres.
    Por los niños abandonados.
    Por los que sufren.
    Por las intenciones particulares con que rezamos esta Novena.

    Oración a la Virgen de la Dulce Espera

    Virgen María, Madre de Dios, que cobijaste en tu seno al Salvador,
    te pedimos que nos protejas en este momento,
    en que confiadamente esperamos un hijo, para que podamos aceptarlo con amor;
    educarlo de modo que «crezca en sabiduría, estatura y gracia» ante los ojos de Dios;
    y conducirlo con nuestro ejemplo
    a la casa del Padre.
    Amen.