Etiqueta: Educar en positivo

  • Períodos Sensitivos en los hijos

    Períodos Sensitivos en los hijos

    Ser padres es un aprendizaje constante. En cuanto sientes que ya agarraste el ritmo, llega otro hijo o el que ya tienes cambia etapa en su desarrollo y vuelves a comenzar.

    Además, cada hijo es diferente y único. Eso lo hace más interesante y cambiante. Para mi, ser madre es lo más retador y satisfactorio que me ha pasado. Se ha vuelto un desafío no sólo a nivel personal, sino también a nivel de conocimientos.

    Y en este mar de información, creo que hay mucho por aprender y conocer. Aprender sobre el cuidado del bebe y aspectos de crianza parece elemental al ser padres primerizos.

    Pero hay otros aspectos que son muy beneficiosos a largo plazo, ya que nos ayudan a aprovechar la edad y predisposición del niño para aprender: Los Períodos Sensitivos.

    ¿Qué son los Períodos Sensitivos?

    Los niños son como una esponja, dice mi madre. Y esta frase se explica perfectamente al conocer y entender los Períodos Sensitivos.

    Los períodos sensitivos son etapas donde nuestros hijos están naturalmente listos para aprender, o para comenzar a aprender ciertos hábitos y habilidades.

    Se caracterizan porque el aprendizaje se da de forma involuntaria, tanto en el área afectiva, física, espiritual, intelectual y de la voluntad.

    Conociendo esto, es más fácil saber qué aspectos debemos potenciar en nuestros hijos, más con actividades concretas y con nuestro ejemplo, dependiendo de la edad de nuestros hijos. Así orientamos nuestra energía a aspectos específicos.

    La virtud del orden

    Por ejemplo, los niños de 0 a 3 años están naturalmente listos para aprender la virtud del orden. Esta es una virtud importante, y es la base de las otras que vendrán más adelante.

    Es por esto que en casa debemos potenciar actividades que les enseñen, en la práctica a ser ordenados. Al repetir estas actividades varias veces, sabiendo la intensión que hay detrás, desarrollarán un hábito, que será luego una virtud.

    Les comparto algunas de las virtudes y habilidades que se aprenden de forma natural, según la edad:

    • 0 a 3 años: música, idiomas, orden, amor a Dios y piedad, lenguaje, mío / tuyo.
    • 4 a 8 años: memoria, cálculo mental, juegos simbólicos de reglas y estrategia, lectura comprensiva, sinceridad y obediencia.
    • 9 a 12 años: responsabilidad, justicia, constancia, pudor, compañerismo, moral.
    • 13 a 20 años: solidaridad, justicia social, templanza, ayuda a otros.

    A los 12 años termina la edad de oro del aprendizaje, el 80% de los períodos sensitivos.

    Si comenzamos a enseñar antes de los 6 años, y tomando en cuenta la predisposición natural de nuestros hijos, según su edad, será más fácil que aprendan las cosas, sin tener que forzarlos ni obligarlos en un futuro.

    Artículo publicado en Revista Ser Mamá hoy, septiembre 2018

  • Educar en valores implica decir “No”

    Educar en valores implica decir “No”

    Pocas reglas pero firmes. Bien decía el sabio, refiriéndose a la educación en el hogar.

    Pero hoy en día lo más común es que tratemos de dar todo a nuestros hijos, incluyendo algunos Sí de más.

    Muchas veces cumplimos sus caprichos, para que no sigan interrumpiendo la cena da las personas en un restaurante, o porque no queremos quedar como ‘malos padres’.

    Indistintamente de cuáles sean nuestras motivaciones, lo cierto es que al no decir NO, al no negarles nada de lo que piden, les hacemos un mal que puede traer consecuencias a largo plazo.

    Ventajas de decir NO a nuestros hijos

    a) Aprenderán a esperar. No todo se puede obtener de inmediato, como nos lo hacen creer las tecnologías actuales y el ritmo acelerado en que vivimos. Por lo que, al no ceder de inmediato a sus peticiones, cultivamos la paciencia y el respeto al tiempo del otro.

    b) Tendrán tolerancia a la frustración. Si las cosa no resultan como esperamos o como deseamos, es normal que sintamos enojo y frustración. Para hacer buen manejo de estas emociones intensas, lo mejor es la práctica.

    c) Serán más independientes. Los niños se enfrentarán al reto de hacer cosas solos, cuando optamos por decir “NO te ayudo, puedes hacerlo tú” a algo que ellos puedan hacer por sí mismos.

    d) Descubrirán que no todo lo que me apetece es bueno para mí. Sembraremos en ellos semillas de auto control, cuando les mostramos que no todo lo que el cuerpo pide es bueno para él. Todo en exceso y fuera de tiempo es perjudicial, aunque parezca atractivo.

    No pensemos que ser permisivos nos hace ser ‘Buenos padres’ Busquemos mejor cultivar todos estos valores, mediante limitantes buenas, sanas y formativas para el carácter de nuestros hijos.

    Al final del camino nos daremos cuenta que dejarles aprender por si mismos a enfrentar las dificultades, el rechazo y la frustración no solo los hará más firmes en su carácter, sino que les dará las herramientas emocionales para la vida.

  • Tres formas de crear hábitos de estudio en nuestros hijos

    Tres formas de crear hábitos de estudio en nuestros hijos

    Cada año escolar plantea nuevos retos, tanto para los niños, como para los padres. Más aún si los niños pasan del preescolar a primaria o a otro nivel superior.

    La incertidumbre y las dudas son normales, pero nos sentiremos más seguros si tenemos las herramientas necesarias para enfrentar el día a día.

    En casa tenemos una estudiante comenzando primer grado y uno por graduarse de preparatoria o transición, como le dicen en otros países.

    Para mi chica de primaria el principal reto ha sido acostumbrarse a los horarios de su nuevo colegio, y a las nuevas asignaturas que está recibiendo. Pero en casa la rutina se mantiene, y eso nos ayuda a hacer más ordenada y productiva la tarde.

    Tres formas sencillas de organizar el estudio en casa

    Crear buenos hábitos es la base del éxito en la vida. Los hábitos de estudio son cruciales, no sólo para lograr objetivos académicos, sino para desarrollar amor por la lectura y el constante aprendizaje. Y no me refiero a las notas, eso es muchas veces subjetivo y no tiene que ver directamente con asimilar conocimientos o saber aplicarlos a la vida.

    1 Tener un horario

    Organizar la tarde y asignar tiempos a las actividades. Esto ayuda a que sean los mismos niños los que tengan claro lo que va en cada momento, aprender a organizar una agenda y respetarla.

    Puedes combinar momentos de descanso y de trabajo, con momentos lúdicos o de juegos dirigidos. Lo importante es tenerlo por escrito y en un lugar visible. Puedes ver ejemplos en nuestro tablero de Pinterest sobre el tema.

    2 Dar un momento importante del día a leer y repasar

    No tener tarea programada, de parte del colegio, no implica no hacer nada y dedicar la tarde a la televisión. Si nos acostumbramos a repasar unos minutos todos los días, seguro nuestra carga será menos al momento de exámenes o evaluaciones. Esto también colabora a cultivar la virtud de la constancia y responsabilidad.

    También deja un momento, unos 5 minutos, a leer algo que no sea de estudio. Todo niño mayor de 5 años debe tener un libro en proceso de lectura SIEMPRE. Si comenzamos desde pequeños a fomentar el amor y la costumbre de leer, de adultos no tendremos que obligar. Debe ser un deleite y no una obligación.

    3 Hacerlo divertido y flexible

    No lo tomes tan enserio. De repente puedes programar la hora de estudio o lectura en el parque. Dispersar la mente y cambiar de ambiente puede hacer del momento una experiencia divertida.

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    También debemos estar abiertos a cambios inesperados. Si el niño tiene sueño, aunque sea hora de hacer planas, seguro se volverá un momento tenso para ambos. Podemos re acomodar en el camino si es necesario. Recuerda que no es un trabajo de un par de días, sino de al menos 21 para que se vuelva algo natural en tu hijo, y que no lo sienta impuesto por ti.

    Espero te sirvan nuestras recomendaciones, si te ha gustado comparte y si tienes otras comenta.

  • Educar Hoy

    Educar hoy es diferente, ya que las circunstancias en donde se desarrolla la familia han cambiado y porque la ciencia de la educación tiene nuevos descubrimientos.

    Con estas palabras Fernando Corominas, nos introduce en uno de sus libros de la Colección Hacer Familia.

    A mi esposo y a mi nos ha tocado leer este interesante libro como parte de un Diplomado en Educación Familiar que estamos tomando, siempre con la inquietud de mejorar en esta labor tan especial que nos ha encomendado Dios y claro, siempre compartir aprendizaje y experiencias en el blog.

    Aunque el libro es un poco denso, en cuanto a conceptos, es fácil de leer y muy didáctico. Se divide en tres partes y cada una cuenta con una guía de trabajo que se puede desarrollar. Este trabajo práctico es propio del Diplomado, pero cualquiera puede enriquecerse leyendo las experiencias de otras familias que se colocan como ejemplos.

    Este libro es una herramienta práctica excelente para comenzar a construir un proyecto educativo familiar, tomando en cuenta los Períodos Sensitivos y fomentando la formación de valores y buenos hábitos.